¿POR QUÉ ENGORDAMOS EN NAVIDAD?
Acostumbrados a ver en un hotel la cantidad de comida con la que llenamos los platos, el tándem de especialistas nos anima a tratar de salvar el año sin engordar exageradamente en los últimos días. En primer lugar, deberíamos desarrollar una conciencia nutricional: “Identificar lo que realmente queremos disfrutar, como un dulce navideño de postre o un plato especial, y tomarlo con moderación”. Es decir, podemos ser flexibles y tomar un trozo de turrón, pero no la bandeja completa. “Si nos apetece algo en concreto, lo disfrutamos, y el resto del día intentamos elegir preparaciones más sencillas y nutritivas”.
No deberíamos sentirnos culpables, según los dietistas-nutricionistas, por las tentaciones, pero deberíamos ser conscientes del hambre real y diferenciarla de lo que nos entra por los ojos o el hambre emocional: “Comer despacio y disfrutar esa preparación o alimento para escuchar al cuerpo y evitar el exceso“, recomienda Cánovas.