“Estas tendencias son muy lógicas y realistas. Se nota que no son proyecciones ni anticipaciones, sino que se extraen de datos reales. La gente busca optimizar el tiempo, y por eso ahora se socializa en un club de running y no tanto en el bar. A la vez que hago deporte estoy socializando y eso se traduce también en un beneficio para la salud mental, porque si cuidas tu cuerpo, cuidas tu mente”, analiza Alejandro Timoneda, entrenador personal y emprendedor de Venice, software para deportistas y entrenadores.
Que no busquemos un machaque dejándonos el alma y prefiramos una sesión de yoga, para Timoneda, se explica en la necesaria evolución del no pain, no gain (el clásico sin dolor, no hay ganancia) dejando paso al no pain, more gain (sin dolor hay más ganancia). “Las personas van entendiendo que la actividad física no se trata de entrenar para ser el mejor de tu barrio, porque eso no importa, sino para sentirte bien contigo, verte bien y estar feliz. Hay culturas competitivas que no son tan sanas mentalmente”, indica el entrenador. “Cuando entrenas para ser el mejor hay una serie de expectativas que van en contra de tu salud mental, mientras que, librándote de ellas, lo agradece tu propio bienestar”, añade.
DESCANSO Y VARIEDAD DE DISCIPLINAS
Los días de descanso son ahora una parte estratégica del entrenamiento, como reflejan los encuestados: en el caso de corredores de media maratón, un tercio de los días no se hacen kilómetros y hasta el 60% de los días previos a la carrera se descansa. También hay más variedad y combinación, debido al auge de disciplinas (hay nada menos que 80 millones registradas): los runners españoles que hacen varios deportes tienen un 17% más de probabilidades de alcanzar sus metas. Y un 87% de los corredores profesionales y el 82% de los ciclistas registraron actividades distintas a su deporte principal este año.