¿Qué conseguimos con los hiit? “Obtenemos gastos calóricos muy elevadoscon rutinas muy eficientes y breves paraevitar una fatiga temprana”. Su corta duración, además, “los convierte en la opción ideal para personas atareadas o en momentos concretos, como la Navidad, en los que los compromisos familiares apenas nos dejan tiempo libre para entrenar”.
Sin embargo, según apunta este experto en ejercicio, nutrición y metabolismo, “lo más interesante de los hiit -y también de las sesiones de fuerza, si las ejecutamos con alta intensidad- es el efecto que llamamos ‘afterburn‘, que en español también se le llama EPOC, que es el gasto energético o esa termogénesis aumentada post ejercicio. Me refiero, para que se entienda mejor, de la energía o las kilocalorías que nuestro cuerpo necesita seguir gastando después de haber terminado el ejercicio para equilibrar todo el desajuste metabólico que se ha ha producido durante el ejercicio. Este gasto energético puede estar aumentando hasta 24 horas después de haber terminado la sesión de entrenamiento, siempre y cuando este ha sido de altísima intensidad”.
O sea, que “si hacemos ejercicio de baja intensidad estaremos quemando más grasas que hidratos de carbono, lo que, a priori, resulta atractivo, si lo que queremos es quitarnos los ‘michelines’. Sin embargo, si optamos por un ejercicio de más intensidad, en el que la quema de porcentaje de grasas no sea especialmente alto, pero nuestro gasto calórico sí, el efecto ‘afterburn’ va a hacer que sigamos oxidando sustratos energéticos diferentes -carbohidratos o grasas, pero fundamentalmente grasas- durante mucho tiempo. Y esto va a hacer que, durante esas 23 horas que quedan tras la sesión del ejercicio, incrementemos nuestro gasto energético”.